Friday, August 26, 2011

Una seguridad que ya no existe más

Por Hugo Torres

¿Cómo explicarle a nuestros hijos lo que está sucediendo en nuestro País? ¿Cómo explicarles que los delincuentes están acabando con la tranquilidad, la paz con la que sus papás crecieron y que ya no existe más?

Cuando yo era sólo un niño, cuando tenía la edad de mis hijos, recuerdo bien la tranquilidad con la que mis padres me dejaban ir a todos lados, sin sentir la mortificación que hoy siento cuando mis hijos salen a la calle.

La vida ha cambiado y hemos tenido que aprender a vivir con la inseguridad actual, donde el crimen organizado le ha ganado mucho territorio a nuestras autoridades. En los últimos años hemos sido testigos de cómo este cáncer ha agobiado a la ciudadanía y ha raptado a muchos de nuestros hermanos, quienes desafortunadamente caen las garras del dinero fácil.

Lo que sucedió el fin de semana pasado en Torreón es otro hecho violento como los que suceden a cada momento en muchas de nuestras ciudades y pueblos. En esta ocasión, esta cruda realidad se magnificó por haber sucedido en un evento público y masivo transmitido a nivel nacional e internacional.

Las imágenes de televisión y de los aficionados que grabaron escenas desde sus celulares, no dejan de sorprendernos. Qué triste ver cómo las familias que asistieron a un evento sano, seguro, hayan tenido que sufrir este susto, este terror. Darnos cuenta qué tan vulnerables somos, qué tan cerca estamos a expensas de las torcidas mentes de los delincuentes.

Yo no estuve en el estadio, pero sólo con oír y ver los diferentes videos, me doy cuenta cuán triste e injusta es la vida cuando pasan este tipo de situaciones. Es impactante ver cómo la gente se resguardaba en el piso mientras eran escuchadas las aterradoras ráfagas de metralleta y los disparos de pistola.

En el video de celular grabado por un aficionado mientras se encontraba tirado en el suelo, se pueden escuchar por interminables minutos, las detonaciones que hacían presa del terror a los presentes, a quienes se les veía con rostros desencajados de angustia y desesperación.Niños, niñas, jovencitas, adultos y ancianos por igual vivieron una experiencia nunca antes vivida en una cancha mexicana de futbol.

El hecho en sí, que es inédito hasta donde yo tengo memoria, no debe ser achacado a las Federación Mexicana de Futbol, sin embargo creo que ésta mucho puede hacer por mejorar las condiciones generales para garantizar un poco más la integridad de quienes consumen su producto.

Homogenizar efectivos protocolos de seguridad en todos los encuentros de todas las categorías, mayor número de policías en los estadios, desaparición de la mallas ciclónicas entre las gradas y el campo, sistemas de video y mejores sistemas de revisión de aficionados a la entrada de los estadios, se encuentran entre algunas de las disposiciones que los federativos deberían exigir a cabalidad.

Ya vimos que los máximos dirigentes de la Femexfut, Decio De María y Justino Compeán, se fueron a quejar con el secretario de Gobernación del País azteca, sin que hayan salido de dicha reunión con la varita mágica que va a resolver para siempre este tipo de problemas. Creo que la labor es de todos, pero es la Federación quien debe poner el ejemplo.

Ojalá que algún día no muy lejano la situación cambie. Ojalá que la delincuencia decline y tengamos una sociedad con paz. Ojala que cuando mis hijos sean padres, lleven a sus hijos a cualquier parte, sin temor alguno, así como lo hicieron mis padres.

Hugo Torres es columnista de futbol de La Estrella de Tucsón, semanario en español del diario estadounidense Arizona Daily Star. Contáctelo al e-mail: detacosypatadas@azstarnet.com o síguelo en twitter.com/detacosypatadas

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