Por Hugo Torres
Nos encontramos a la mitad del Apertura 2011 del futbol mexicano y los dos equipos más populares de México, Chivas y América, siempre dan de qué hablar.
En el actual torneo ambas escuadras se encuentran en situaciones diametralmente opuestas. Mientras el Rebaño Sagrado disfruta de las mieles de liderar el campeonato, las alicaídas Águilas sufren al navegar en la parte baja de la tabla.
El Guadalajara marcha en la punta de la general con 17 puntos, producto de cinco victorias, dos empates y sólo una derrota, para una efectividad del 70%.
Por su parte, América se ubica en décimo tercer lugar luego de una primera mitad bastante mediocre con 9 unidades, resultado de dos triunfos, tres igualadas y tres descalabros, para efectividad del 37%.
Los dos grandes del balompié azteca siempre tienen la gran encomienda de ser protagonistas, el compromiso de ganarlo todo, jugar espectacularmente, ser contundentes y levantar títulos.
En el futbol actual es muy difícil tener esa contundencia, a menos que seas un club con convicciones muy claras, tengas mucha disciplina y trabajes fuerte o que de plano, tu cartera esté llena de muchos billetes.
En el caso de América hay dinero, se inyecta, pero no hay trabajo, no hay compromiso. Los jugadores, técnicos y directivos son una bola de vedettes que se dedican a todo, menos a ser un equipo.
Por cierto que el puesto del entrenador americanista, Carlos Reinoso, pende de un hilo luego de sacar sólo un punto en sus últimos dos juegos en casa del pasado domingo y miércoles. Hoy sábado visitan a Chiapas, duelo que se antoja muy difícil que lo ganen, por lo que el lunes estaremos conociendo al sustituto del chileno.
En el caso de Chivas no hay carteras muy abultadas para hacer compras estrafalarias, y al jugar solamente con mexicanos, no necesitan maletas repletas de billetes para traerse los petardos sudamericanos con los que los promotores bombardean al futbol mexicano.
La escuadra rojiblanca, dirigida magistralmente por José Luis Real, tiene su fortaleza en la producción de futbolistas de sus propias fuerzas básicas, algo en lo que América ha fallado en las últimas dos décadas, por seguir con extranjeros “patito”. El conjunto de Coapa no da continuidad ni a sus canteranos, ni a sus técnicos, ni a sus proyectos.
El dueño del club azul crema, Emilio Azcárraga, nombró presidente del club en el 2008 a Michel Bauer, su vendedor estrella de Televisa, con la misión de ser el responsable de la “reingeniería” a la que iba a ser sometida la institución, de la cual no se ha visto nada. Solamente un desfile de técnicos, extranjeros y resultados de pacotilla.
La mentada reingeniería, según el sitio de Internet de las Águilas, tiene una estrategia basada en cinco objetivos: Retomar los primeros planos, la afición, fuerzas básicas, comunicación y proyección internacional. ¿Que alguien me diga dónde están los logros de la era Bauer?
Mientras la más reciente campaña de publicidad americanista –realizada por el reconocido publicista Carlos Alazraki– pregona que el club de Coapa es “grande, muy grande”, los resultados y su situación actual nos dice totalmente lo contrario.
Por su parte, en el website de las Chivas, se establece claramente la misión del equipo: Mantener el liderazgo como el mejor equipo de futbol de México, brindando a la afición motivos de orgullo y pasión, formando jugadores mexicanos desde nuestras fuerzas básicas e impulsando su crecimiento personal y profesional, buscando la excelencia nacional e internacional, estando a la vanguardia en lo deportivo, social y comercial.
Aunque Jorge Vergara sea un tipo polémico, creo que ha calmado su protagonismo y ha hecho prevalecer dicha misión del club. No será el Barcelona ni gana títulos cada año, pero el Rebaño Sagrado ha sabido hacer las cosas mejor que su odiado archirival.
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