Por Hugo Torres El Día de Los Muertos es una celebración muy mexicana donde honramos a nuestros seres queridos que se han ido de esta vida terrenal. Desde antes de la conquista española, los nativos de nuestras tierras ya homenajeaban sus muertos y a la Muerte misma, agasajándolos con distintas ofrendas y ritos.
Parte de las ricas tradiciones culturales de nuestro pueblo en este día son las calaveritas, que son versos escritos que se dedican a algún personaje público, político, del medio artístico, etc., donde se escriben una serie de pícaras rimas donde el aludido interactúa con La Muerte, misma que recibe ingeniosos nombres como La Parca, Huesuda, Tilica y muchos más.
Es este día, el futbol mexicano y sus protagonistas no se salvaron de ser mencionados en mis calaveritas del Día de Los Muertos.
El torneo mexicano,
es mediocre e irregular,
La Catrina mató a los grupos,
y ni así pudo mejorar.
Pero las selecciones Tricolores,
un gran año tuvieron,
salvo en la Copa América,
donde las penumbras aparecieron.
La cereza del pastel,
fue Los Panamericanos,
pues aunque La Huesuda apareció,
medalla de oro ganamos.
La Parca visitó a Chivas,
y al ‘Güero’ Real se chupó,
Vergara trajo a un ‘Sheriff’,
y con ‘su ley’ los clasificó.
Mientras tanto en América,
La Muerte ronda cerquita,
pues sólo vergüenza dan,
y del sótano nadie los quita.
La Huesuda busca a Bauer,
lo acusa de gran tibieza,
pues al equipo de Coapa,
le extinguió la grandeza.
Y en su gran pecado,
llevará la penitencia,
es por eso que La Tilica,
le quitará su permanencia.
América no tiene alivio,
La Catrina se puso dura,
y el cáncer en las plumas,
de plano no tiene cura.
En el duelo del descenso,
La Huesuda cala hondo,
y Tijuana, Tecos o Atlas,
morirán ahí en el fondo.
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