Friday, February 8, 2013

Popularidad y escándalos

Por Hugo Torres

Muchas personas me han comentado que el futbol no tiene nada que hacer ante la popularidad de la NFL o la NBA. Otras me han comentado que ver tres o cuatro horas de béisbol de las Grandes Ligas es aburridísimo. Y claro, no falta quien diga que un partido de futbol que termina en empate a cero es para el bostezo.

En mi opinión cada disciplina deportiva tiene lo suyo y es que para todo hay gustos, pero no se puede decir que un deporte es mejor que el otro, solo por que los recursos de una liga son mayores que otra, o por que un evento tuvo quién sabe cuántos millones de telespectadores.

Si nos basáramos solamente en los números tendríamos que una final de futbol sobrepasa por mucho a un Súper Tazón o a una final de NBA. La final de la pasada Copa del Mundo en Sudáfrica 2010 fue vista por alrededor de 700 millones de personas en todo el orbe mientras que el Super Bowl del pasado fin de semana solamente fue sintonizado por cerca de 165 millones de telespectadores en todo el mundo.

Otra situación que aprovechan los detractores de algunos deportes son los escándalos en las que se ven envueltas algunas disciplinas. Recuerdo bien que hace unos años el beisbol de Grandes Ligas tuvo una popularidad sin precedentes por la cantidad de palos de vuelta entera que estaban dando Mark McGuire, Sammy Sosa y Barry Bonds.

¡Todo mundo veía el béisbol! Era muy emocionante ver cómo iban acabando con todos las marcas establecidas, pero cuando salió a la luz que todo ese “talento” venía de los esteroides y las sustancias prohibidas, el beisbol estadounidense quedó en vergüenza y la popularidad declinó.

Lo mismo sucedió con el ciclismo y su súper héroe americano Lance Armstrong, quien luego de ganar siete veces consecutivas el Tour de France, que es el evento mas prestigioso del deporte de las bicicletas, fue acusado de dopaje y su récord quedó en entredicho.

Finalmente la cloaca se destapó y Armstrong fue despojado de sus títulos, obligando que éste aceptara que sí hizo trampa, quedando como el más grande estafador en la historia del deporte mundial.

Previo al Súper Tazón entre Baltimore y San Francisco, el apoyador de los Ravens, Ray Lewis, fue acusado por un prestigiado periodista de haber utilizado sustancias prohibidas por la NFL, causando un gran revuelo en la víspera del “Súper Domingo”.

Todos estos escándalos han provocado un panorama muy enrarecido en el deporte mundial. Pero el balompié también tiene cola que le pisen y en las últimas semanas se ha visto envuelto en una serie de acusaciones lamentables: Apuestas ilegales, dopaje, sobornos, venta de resultados, compra de votos para sedes mundialistas y lavado de dinero.

Hace un par de semanas el mundo del futbol tembló por las acusaciones a personajes de FIFA por supuesta corrupción para favorecer a Qatar en la asignación del Mundial del 2022, y esta semana, la Policía Europea denunció una red de amaño de partidos que ha vuelto a cimbrar a nuestro querido deporte.

La Europol reveló que ha identificado una red que ha corrompido a futbolistas, árbitros y directivos en mas de una decena de países para lograr millonarias ganancias económicas en cerca de 700 partidos de liga y torneos internacionales.

Solo espero que la semana entrante no anuncien que Lionel Messi o Cristiano Ronaldo han estado utilizando esteroides para tener las impresionantes actuaciones de los últimos años. ¡Eso sería el acabose!

Hugo Torres publica su columna de futbol mexicano en La Estrella de Tucsón del Arizona Daily Star y en el Imparcial de Hermosillo, Sonora, México. Contáctelo al e-mail: detacosypatadas@azstarnet.com o síguelo en twitter.com/detacosypatadas

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