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| Alberto García Aspe, Mario Carrillo y Jorge Borja Navarrete. Foto: clubpumasunam.com |
La famosa frase de Beto El Boticario, “ha llegado la hora cuchi-cuchi, ha llegado la hora chigüegüenchona, ha llegado la hora ya vas que chutas”, se aplica perfectamente a Mario Carrillo, director técnico de Pumas, quien este domingo enfrenta al archirival de los universitarios: América.
La hora de la verdad ha llegado para el “Capello”, quien desde su llegada al equipo auriazul, relevando a Joaquín del Olmo en la octava jornada del actual torneo, no ha dado los resultados que se esperaban y peor aún, la afición felina no termina de aceptarlo en el banquillo y lo abuchea en cada partido en Ciudad Universitaria.
Su pasado americanista, sus críticas al equipo de la UNAM desde su silla de comentarista de TV, su necedad de no utilizar los refuerzos que llegaron esta temporada y sobre todo, la goleada de 5-0 que le propinó Tigres el sábado pasado, han hecho que la cabeza de Carrillo sea pedida a gritos por los aficionados de Pumas.
El partido dominical frente al odiado enemigo, será definitivo para el polémico timonel. Si gana, se quedará y la porra universitaria quizá hasta lo endiose, pero si pierde, le caerá una pesada guillotina al cuello.
Mario Carrillo, quien pasó mas de tres años sin dirigir a un club mexicano antes de tomar el relevo en Pumas, ha conseguido tres victorias, un empate y tres derrotas en los siete juegos que ha dirigido para un total de 10 puntos de 21 posibles.
Nada mal, si tomamos en cuenta que otros reemplazos de media temporada han sido deplorables, si no me cree, pregúntele a Sergio Bueno de Querétaro o a Tomás Boy de Atlas. Además, Carrillo sigue manteniendo a los universitarios en zona de clasificación a Liguilla ya que se ubican en el octavo peldaño de la tabla general con 20 puntos.
Creo que el problema de Carrillo, el que esté tan “enemistado” con los aficionados del club, son sus “formas”. Su manera de actuar en el banquillo, sus declaraciones y sobre todo, su necedad de no alinear a los refuerzos, le han ganado un gran repudio por parte de la familia felina.
Hay quien dice que no tiene contacto directo con sus jugadores y que son sus auxiliares quienes actúan de intermediarios, situación que le estaría ganando muchos enemigos en el vestuario. Es más, con la goleada que le propinó Tigres la semana pasada, se rumoró que fueron los propios jugadores universitarios los que se dejaron ganar, algo que se conoce como tenderle la cama al entrenador con la intención de que éste sea despedido.
No creo que eso haya sucedido por parte de los futbolistas, aunque sí se me hizo muy raro que después de venir de dos importantes victorias como local ante Monterrey y Pachuca, hayan visitado a un menguado Tigres y hayan sido vapuleados con cinco tantos.
Lo que sí es cierto es que con esta escandalosa goleada, los enemigos de Carrillo le han lanzado el ultimátum de que si pierde con los de Coapa, sus horas estarán contadas, es más sería solo cuestión de minutos para que después del partido dominical su salida sea anunciada.
Carrillo es un técnico polémico por sus poses, por sus frases y por la ayuda que le brinda una sicóloga a quien medio mundo tacha de bruja, sin embargo, creo que es un buen estratega y lo que necesita es un poco más de tiempo para salirse con la suya y obtener boleto a Liguilla.
Pero la situación en Pumas es ya una olla de presión a punto de explotar y el tiempo se le agotó al “Capello”. Es por esto que la hora cuchi-cuchi, la hora chigüegüenchona es este domingo, así de sencillo, una derrota ante América hará que Alberto García Aspe, presidente deportivo auriazul, le de el adiós.
Hugo Torres publica su columna de futbol mexicano en La Estrella de Tucsón del Arizona Daily Star y en el Imparcial de Hermosillo, Sonora, México. Contáctelo al e-mail: detacosypatadas@azstarnet.com o síguelo en twitter.com/detacosypatadas
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